La noche guía mis manos para sentir el dulce y cercano tacto de su complicidad.
Despojo de su velo al secreto oscuro, tabú sin sentido:
El elixir de la pasión propia;
Tan prohibido para algunos,
tan deseado por muchos.
Pobres criaturas que se niegan el placer de bailar en su carne.
La naturaleza de mi cuerpo descubierto bajo la luz de luna
es sólo acompañada por el intranquilo silencio de la noche,
perturbada por mis sentidos.
Despojo de su velo a las vírgenes santas y a los castos sin gloria.
Despojo de su velo al desgraciado herido en su propia desconfianza.
Despojo de su velo a los seres acallados por voces temerosas
de verse desnudas ante el espejo íntimo de la lujuria.
Dejo que la noche guíe mis manos hasta los rincones más oscuros de mi cuerpo.
Me deleito en el roce de mis muslos descubiertos.
¡Oh dulce soledad pecaminosa!
Sin compañía alguna me encuentro
y solo la noche es testigo
de este placentero lamento.
-Louhi (MJRomero)
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