Memorias de una ciudad en ruinas

Me desplazo entre las calles decadentes
de una ciudad bombardeada por las vanalidades de su total perdición.

Esta ciudad sucia, vomitiva.
Sus caños llenos de sangre, orina y otros tantos caldos humanos.

...Señales enfermas de una ciudad fatídica...

Me desplazo entre las calles con mis ojos cansados
y mis pulmones atascados por el humo de los autos.

Mis oídos aturdidos por gritos sin sentido
y chistes baratos de bares y prostíbulos.

Mi olfato asqueado por sudores de cantina y perfumes de segunda

...La podredumbre solo aumenta entre las calles funestas...

A lo lejos disparos, sirenas y gritos de angustia.
Más cerca un borracho tambaleante me perturba.
Con su mirada perdida y fétido aliento
me pide dinero para seguir alimentando su destructivo deseo .

A lo lejos una chica ofrece sus servicios y se va con un político.
Más cerca dos fumadores lanzan piropos e indecencias
a cada cosa con piernas que pase por la vereda.

Me sigo desplazando, me camuflo entre las sombras.
Intento evitar a cada ser humano que se cruce en mi camino.
Solo deseo arrancarles las entrañas y partirles el alma,
estoy harto de tanto fulano prepotente, añejo y asqueroso.

Me siento sucio, ostinado, manchado por tanta decadencia;
rodeado de gente insípida, perfumada, hipócrita y vacía,
jugando a ser el centro del universo, la fruta prohibida.

Mi única razón para no acabar con todos ellos
es verlos morir en su propia depravación.
Mi única razón para no acabar con todos ellos
es verlos caer en su propia destrucción.

Por: MJRomero (Louhi)

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