Un corazón solitario que recorre las calles empedradas ahora no es más que el recuerdo de un adiós. Sin embargo eso no lo detiene. Su soledad es su compañera eterna y mas bien, es justo por eso que este corazón logra hacer sus días más amenos, cuando deja a otra soledad compartir con la suya.
Por: MJRomero
(Ninguna imagen utilizada me pertenece)
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